martes, 9 de marzo de 2010

Una noche serena

Una noche serena

En una noche fría y serena, solo la luz de la chimenea aluza la mediana sala donde hace unas horas la familia que habita ese hogar pasa un tiempo de paz y alegría. El fulgor de las llamas hace que las sombras se expandan y compriman, las fotos familiares arriba de la chimenea muestran las caras de felicidad y diferentes lugares a los que han vacacionado. Ahora media noche, la oscuridad expresa una calma infinita y sola se puede oír el pequeño chiflido del aire que se mete entre las ventanas.

Ella duerme pacíficamente, de la única manera como una criatura de esa edad duerme. Pero la despierta un ruido, algo se oye en el piso de abajo y al ver la ventana la nieve prende de rojo y vuelve a su blanco original. De seguro sus hermanos se han levantado a jugar y no la han despertado, así que se levanta y corre hacia el piso de abajo para su sorpresa encontrar a su padre en el suelo sangrando y a su madre llorando enseguida de él. El hombre con un arma en la mano voltea y la ve directamente a los ojos y se acerca a ella. Ella no comprende que está pasando pero sabe que es algo malo, la toma por el brazo y la jala hacia la sala que hace unas horas era pacifica y no ensangrentada.

Ella cae al suelo y ve en el hombro de su atacante hay dos rayos metálicos y los hombres que están atrás de él traen mascaras que los hacen ver como bichos y cascos de soldados, el hombre dice:

-Desde ahora todas tus posesiones y propiedades son del estado, tú y tu familia serán transportados a un campamento en las afueras de auschwitz hasta previo aviso.-

Su padre contesta:

-¿Pero cuál es el crimen que hemos cometido?-

-No hay necesidad de un crimen el reich necesita de tu ayuda por causas evidentes-

-¡No es justo! ¿Qué le pasara a mis hijos?-

-Serán transportados al campamento respectivo, no hay necesidad de empacar solo sigan al soldado y no opongan resistencia-

Mientras los van guiando a la furgoneta llena de los vecinos y los vecinos de los vecinos uno de los bichos comenta:

-Hasta los niños apestan-

Mientras la camioneta empieza a retirarse ella puede ver por los barrotes como su casa empieza a ser saqueada y soldados salen con cajas para meterlas en otro camión. Toda la noche llevan viajando y ella es despertada por el frenado repentino del vehículo, se abren las puertas y los bichos de ahí tienen trajes extraños que parecen brillar con el sol, mientras los forman para pasar por sus nuevos atuendos y zapatos ella puede ver que en la torre más alta se encuentran varios hombres con las dos eses en sus hombros y en medio de ellos hay un hombre vestido muy formal y con una sonrisa que tocaba cada una de sus orejas.

Después de unos meses de estar ahí ve como sus hermanos y padre han bajado de peso, claro ella ve que su mano está un poco más pequeña y larga, pero no hay espejos donde se pueda ver. Todos los días son iguales, la primera cosa que escucha son las bocinas que cuentan los discursos del Fuhrer, oírlo era emocionante, pero no ha comido bien desde hace tanto que palabras como emocionante ya no se pueden pronunciar. Después de levantarse salen a limpiar piedras que todas las noches traen ahí, hay días donde nuevas familias llegan igual como la de ella llego.

Hoy les toca ver videos pues es un día especial. El hombre con la sonrisa está ahí viéndolos y apuntando cosas en su libreta. Los videos muestran imágenes de familias sentadas alrededor de festines, riendo, abrazándose, siendo felices. Cada vez que cambia la imagen salen textos que dicen “Hoy es momento de pasarlo con tu familia”

El padre de ella la toma de la mano y ella ve la deformada mano de su padre pues le faltan dos dedos. Ella suelta lágrimas al recordar el incidente, el hombre de la sonrisa se le acerca y le pregunta qué es lo que tiene, ella le dice que no tiene nada y ve la expresión de terror por parte de su padre. Él le responde no deberías de llorar pequeña hoy es un día feliz y de alegría, es un tiempo para pasarlo con tu familia. Mira, toma un dulce de seguro te hará sentir mejor, ella dudosa lo toma y lo consume. Milagrosamente ya no se siente cansada y de hecho no siente nada más que las ganas de brincar y correr lo que hace aun con sus pocas fuerzas. El hombre solo la ve y su padre le dice que se calme, pero le es imposible hasta que para de repente, ella voltea a ver a su padre y su cara esta retorcida, ella ve sus manos y están llenas de sangre, sangre que proviene de sus ojos, nariz, oídos y boca. Ella cae al suelo y se convulsiona, su padre se arrastra llorando hacia ella la abraza hasta que deja de temblar y respirar.

El hombre de la sonrisa apunta en su libreta, después de veinte pruebas a diferentes edades el suplemento todavía no puede ser digerido por el cuerpo humano, revisar fórmula para nuevo suplemento, para esto el cuarto completo esta en silencio y el único sonido es el llanto del padre. El padre se levanta y se lanza contra el hombre, pero uno de los soldados lo para y golpea. El hombre sonríe de nuevo y sale del cuarto. Después de prender un cigarrillo el hombre dice:

-Her Komandant Himler, llévelos al horno ya están demasiado gastados. Necesitamos nuevos-

-Si, Doctor Goebbles-

-Ah y Himler, felices festividades para usted y su familia-

-Que pase una feliz velada doctor.-