miércoles, 18 de febrero de 2009

Taken

Genero: Horror

Tapándose los ojos
Que dan tus novias blancas;
Y tú desde el crepúsculo
De un pésame infeliz.


Bienvenido a América me dije a mi mismo mientras bajaba del enorme buque que me había traído a estas extrañas tierras, camine despreocupado, podría decir que mi vida iba bastante bien, venía a casarme con la hija de un magnate petrolero y vaya que eso me hacia feliz, mientras hacía camino podía ver su fino rostro sonriéndome, mi futura esposa Sophie Gainsborough Anderson.
Llegue a su extravagante casa la cual estaba llena de sirvientes negros que no me veían con buenos ojos seguí mi camino despreocupado hasta la puerta principal, una joven mulata me abrió la puerta y me sonrió pregunte por el señor de la casa y me guiaron hasta él, el hombre grande y barbón me dio un fuerte abrazo llamo a su hija quien bajo rápidamente, pensé que este sería un momento de gozo intenso pero no fue así, fue la primera vez que la vi, a su acompañante, una mulata de mediana estatura viéndome con aquellos ojos oscuros era como si pudieran ver atreves de mi, como si supiera todos mis secretos.
Trate de no darle importancia y salte sobre Sophie para decirle lo mucho que la había extrañado le di un beso en la mejilla y sonreí, fue cuando escuche ese horrible ruido jadeante, putrefacto que venía de las fosas nasales de la mulata de nombre Águeda, Sophie me explico que desde pequeña había tenido problemas para respirar no le di importancia era el inicio de mi nueva vida.
Pasaron los días, nunca parecía a ver tiempo para estar con Sophie siempre tenía algo que hacer y Águeda siempre estaba a su lado lo cual me molestaba mas
Era una noche fría caminaba por los amplios pasillos de la casa solo escuchaba el ruido de los grillos, no podía ver nada mientras pasaba por la habitaciones vi a una joven que me sonreía, me asuste no, no podía ser ella, ella estaba muerta.
Me acerque lentamente con ojos de asombro, mientras más me acercaba podía escuchar ese ruido aquel sonido familiar jadeante y ese olor putrefacto llenaba mis fosas nasales.
Era ella Águeda, me aparte asustado, maldita bruja pensé ella yacía parada sin hacer nada viéndome con esos horribles ojos, jadeando.
Me aparte, decidí tratar de dormir, desde esa noche empezaron las pesadillas, podía ver las caras de mis ex esposas, podía recordad como había matado a cada una de ellas, parecía ser una maldición la que me seguía, era joven las primeras dos eran viejas había fácil matarlas nadie sospecho nada, la ultima Mary ella era enfermiza aun podía sentir como se le iba la vida mientras la estrangulaba.
Pero que me estaba pasando, pronto seria su boda con Sophie, todo había quedado atrás en Londres, estaba en América era tiempo de empezar de nuevo, con el dinero de Sophie.
Mas las apariciones no pararon estaban junto Sophie como si la protegieran me estaba volviendo loco, no podía comer, no podía pensar todos me decían que debería ver a un médico, mas no, yo sabía que era la culpa de esa maldita sirvienta, no podía dormir de la desesperación y de las pesadillas que me atormentaban noche tras noche.
Ya casi era la boda, debía calmarme todo saldría bien, quería ver a Sophie su dulce cara camine hacia su habitación y la vi era Mary me veía con tristeza camine lentamente hacia ella y la abrace, le susurre al oído que me perdonara, puse mis manos sobre su fino cuello y apreté ella abrió los ojos ampliamente, forcejeo trato de deberme pero yo era más fuerte que ella.
Fue cuando sentí un fuerte golpe en la cabeza que me dejo inconsciente.
Me levante estaba oscuro, el aire era pesado aun me dolía la cabeza, abrí los ojos lentamente no podía ver nada, no sabía dónde estaba ¿qué era lo que estaba pasando?
Comencé a moverme parecía que estaba dentro de una caja, no…. Una caja, ayúdenme! Grite por favor ayúdenme! Todo estaba nublado dentro de mi cabeza, lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, golpee la caja escuche como la tierra entraba en ella, estaba enterrado.
No podía comprenderlo, quería salir, era joven, todo estaba saliendo bien.
Me detuve, lo último que escucharía era aquel jadeante, y asqueroso respiro.
Mientras las manos de mis ex esposas traspasaban aquella caja de madera y me tomaban para llevarme al fondo del abismo.


By Diana Yeme

7 comentarios:

  1. Eso le pasa por tonto, nuuuunca te debes de llevar mal con la chacha ;)

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  2. xD loool !! mas bien que no hubiera matado a sus esposas .... greed killed him xD

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  3. Naaaaaaaaaaaaaah, fue porque no le gustaron los huevos que hacia la chacha y se enojo la agueda con el.

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  4. o-o El desayuno es muy importante. xD

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